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Arquitectos: Estudio Frolik
- Área: 260 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Gustavo Sosa Pinilla, Manuel Elissondo
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Se trata de una casa de descanso implantada en un tupido bosque de pinos de la ciudad de Pinamar, en un terreno que presenta una pendiente oblicua descendente hacia la parte posterior.
La construcción es sobre todo una respuesta al lugar en el que se asienta. Se crea una plataforma semienterrada a modo de zócalo de uso más privado, sobre la cual se apoya un volumen más abierto que contiene las funciones sociales.
El nivel inferior o basamento se organiza en dos franjas, una de circulación y servicios hacia el sector enterrado y otra que alberga los dormitorios alineados a una galería que reciben el sol de la mañana.
Así mismo, el nivel superior de acceso se estructura en bandas; una hacia el frente de servicios y otra orientada hacia el norte que acoge las funciones de estar comedor. Esta zona social se convierte en un espacio de sombra al aire libre, que enmarca el paisaje del bosque.
El límite entre la naturaleza y el estar comedor está materializado por paños de vidrio que se abren totalmente hacia la terraza, logrando una continuidad absoluta y creando un espacio único en donde el interior se funde con el exterior. Este espacio constituye en sí mismo un paisaje que se relaciona con el exterior para resignificarse mutuamente.
La relación entre niveles se da mediante instancias sucesivas de recorridos interiores, exteriores y estancias. De la adaptación a la pendiente del terreno surgen dos escaleras exteriores, una más descansada que nos lleva de manera independiente a los dormitorios y otra que conecta a éstos con la terraza.
El uso del hormigón a la vista conjuga estructura de sostén, espacial y expresión de la vivienda.